Después de que el entrañable Campo Vidal explicase las normas del encuentro y los bloques en los que se dividiría, fue el reloj de Mariano Rajoy el que empezó a correr primero.
El gallego abrió el debate recordando a la víctima número 97 de una guerra injusta e innecesaria (como todas). La de Afganistán. Después del obligatorio recuerdo, Mariano habló del adelanto de las elecciones, que, según él, fue consecuencia de la necesidad y de la nefasta gestión socialista. Ya desde el principio utilizó sus principales bazas, los datos. La tasa de desempleo, la desconfianza evidente hacia el gobierno vigente y la gestión de la economía. “Propongo un cambio” repetía una y otra vez el popular. Es difícil imaginarse un cambio que, según el propio Rajoy, tiene su base en el gobierno del 96 de José María Aznar.
El inicio de Rubalcaba fue de la misma naturaleza que el del candidato conservador, recordando a la víctima muerta en Afganistán. A partir de ahí, hizo mucho hincapié en señalar que “no son lo mismo”, como viene recordando durante sus últimos mítines. Quiere aclarar la diferencia ideológica entre PP y PSOE. Empieza restando responsabilidades al gobierno al que perteneció, apunta con el dedo a EEUU como principal culpable de la crisis económica. Y a la situación griega, de la que dice que es la causante de la recaída de España y Europa. Alfredo da las primeras propuestas, no muy específicas: acuerdo por el empleo, reorientación de la economía, un equilibrio con el gasto público y garantías en las políticas sociales básicas como la Educación y la Sanidad.
Puntos clave:
-El programa electoral del PP: Tanto Alfredo Pérez Rubalcaba, el Partido Socialista y numerosos otros partidos, además de un sector relativamente amplio del electorado, acusa al Partido Popular y a Mariano Rajoy de tener un programa muy ambiguo. Rubalcaba marcó el primer gol -si me permiten la analogía futbolística- poniendo en aprietos a Mariano al preguntarle por su propio programa, diciendo que en él había una propuesta que dice, literalmente, que “facilitarán la gestión activa del patrimonio dañado de las entidades financieras”. ¿Significa esto que van a respaldar a aquellos bancos que han hecho mal su trabajo y ahora se ven ahogados con las consecuencias de la crisis económica? Rajoy no respondió y usó la táctica del “y tú más”, diciendo que fue el gobierno socialista quien dio ayudas a los bancos, sin tener en cuenta, claro, que ellos votaron a favor de ese plan de ayuda a la banca que el popular critica.
-El problema del desempleo: Rajoy propone “crear empleo” pero lo que más ha repetido sobre este punto son los datos. Los casi 5 millones de parados con los que cuenta el país, ha sido su punto de referencia durante el bloque económico. “Lo que hay que hacer es una política económica diferente”, señalaba el presidente del PP.
Sin embargo, Rubalcaba sí dio, frente a todo pronóstico, propuestas. Algunas nuevas, como la de pagar la Seguridad Social en 2012 y 2013 a aquellas empresas que creen un nuevo puesto de trabajo o un contrato de formación. U otras que ya sonaban en la precampaña, como el impuesto a las grandes fortunas para financiar la propuesta anterior y el impuesto a los bancos para costear los contratos.
-La burbuja inmobiliaria, EEUU y Grecia, culpables: Alfredo señala a estos tres factores como responsables de la situación. La burbuja (de la que hacen autocrítica diciendo que la tuvieron que pinchar antes) la achacan al PP, EEUU fue el causante de la situación general y Grecia de la recaída que se vive en estos meses. Sin embargo Rajoy niega que todo esto sea cierto y responsabilizan al PSOE de todas las circunstancias en las que se encuentra España.
Política Social: Rajoy comienza hablando de la igualdad de oportunidades. Que nadie quede “abandonao” a su suerte. Quiere garantizar las pensiones, la Educación y la Sanidad pública. Habla también de la ley de dependencia. Y acaba preguntándole al otro candidato por la desigualdad entre clases que hay en España. Los ricos cada vez más ricos, los pobres cada vez más pobres. Un discurso del, salvo hecatombe, futuro presidente, que recuerda al último programa del PSOE. Curioso.
Rubalcaba no contesta ni hace ninguna mención al tema de la desigualdad. Monólogo sobre la Sanidad y la Educación, comenta las dificultades para la financiación de la salud pública y la importancia de la educación. Critica duramente a las comunidades autónomas como Madrid y Valencia en las que se beneficia a la escuela y a la sanidad privada.
Tercer bloque, democracia y política territorial: Rubalcaba atacó a Rajoy porque su partido se opuso a la píldora poscoital, al matrimonio homosexual, a la ley del aborto y a la ley de la muerte digna. En este bloque, el socialista hizo un guiño al 15M, el mismo que lleva haciendo desde que se postuló como candidato. La reforma de la ley electoral. Le gusta el sistema alemán, revisará la proporcionalidad, las listas abiertas, quiere incentivar la participación.
Por su parte, Mariano no hizo mucho caso al matrimonio homosexual, se remitió al Tribunal Constitucional, como es ya habitual en él. No comentó absolutamente nada sobre el aborto o la ley de muerte digna y, por lo que se ve, la reforma de la ley electoral tampoco va con él. Rajoy habló de un pacto territorial por la austeridad y de un plan estratégico del gasto corriente.
Frente a las ideas de Alfredo, el popular no cree que haya que suprimir las diputaciones, uno de los puntos que el socialista lleva en su programa.
Las conclusiones finales de los candidatos: Mariano Rajoy finalizó hablando de garantizar el Estado de bienestar, de aprovechar los recursos y de trabajar juntos para hacer resurgir a España de la terrible situación en la que se encuentra.
Por su parte, Alfredo Pérez Rubalcaba rogó a los ciudadanos que voten porque la indiferencia no resuelve problemas. También apeló a la unidad: “Hay que salir de la crisis juntos, con Europa”; “No hay que desequilibrar la economía poniendo en cuestión las políticas sociales”. Aprovechó para hablar de sí mismo: “La situación es complicada, puedo decirles que sé reaccionar ante las adversidades. Hay que trabajar. España ha salido de muchas dificultades, merecemos confianza. Podemos salir todos juntos. Ese es mi camino. Por eso pido el voto”. Rubalcaba parece que se dirige a los indecisos, a esa izquierda que les votó en 2008 pero que ahora se quedará en casa o que buscará otras alternativas.
Mi conclusión: Era muy difícil para Rubalcaba presentarse a este debate con todos los datos negativos con los que cuenta el gobierno del que ha formado parte.
Alfredo ha basado parte de su existencia en el debate atacando a Mariano Rajoy por su programa electoral. Mariano ha recurrido al pasado en muchísimas ocasiones. Hemos visto a un Rubalcaba agresivo, porque debía serlo, decidido y quizá un poco nervioso. Ha dedicado bastante tiempo a explicar sus propuestas, frente a un Rajoy parco en ideas nuevas y muy ambiguo que rehusaba a responder a las preguntas de un Rubalcaba disfrazado de periodista. Mariano se sintió incómodo con las cuestiones, totalmente inesperadas.
¿El ganador? Rubal. Ha sabido plantear el debate mejor que el popular y ha cometido menos errores que éste. Pero es que, señores, lo del líder del PP ha sido escandaloso. A menudo se le veía perdido entre sus propios papeles, frente a un socialista ávido y despierto que incluso se anteponía a los recursos de los que Rajoy disponía, sacando gráficos de la manga que contradecían lo que el conservador exponía. Mariano ha evitado temas como la ley del aborto y ha pasado muy por encima de temas como el matrimonio homosexual, donde le ha pasado la pelota al Tribunal Constitucional.
Pero no ha sido sólo el gallego el único que ha eludido temas. Alfredo ha hecho la vista gorda a las preguntas que Rajoy le ha formulado sobre la desigualdad entre ricos y pobres, una de las más altas de Europa. Y aún pudiéndole atacar con este asunto, Mariano ha estado flojo hasta con la agresividad.
Según los datos que maneja el diario El País, Mariano Rajoy miró sus papeles la friolera de 585 veces frente a las 48 de Pérez Rubalcaba. Esto tiene mucho que ver con el carisma y la sublime oratoria del socialista, frente a la inseguridad del candidato derechista.
¿Es el bipartidismo la solución a todo esto? No. Las mayorías absolutas minan a los partidos minoritarios en un Congreso de los Diputados que poco a poco se va quedando pequeño. El bipartidismo es algo que España arrastra desde que UCD desapareció del ámbito político y parece que estamos condenados a seguir viviendo con ello. Una lástima.
Lástima que no puedas votar y haya gente con derecho a voto que no sabe ni quiénes son los que nombras. Estoy de acuerdo con tus conclusiones. De hecho, si estuviéramos midiendo a los políticos, Rubalcaba sería el que ganaría por mayoría absoluta, no sólo a Rajoy, sino prácticamente a todos los jefes de lista. Es un gran orador, sabe vender su discurso. Su problema es el que tú ya dices, viene con una herencia desastrosa y ha estado en el gobierno que, si bien no es culpable absoluto de la crisis, ha tenido un importante papel en ella.
ResponderEliminarRajoy como político es desastroso. Desconozco si es muy inteligente - que lo dudo - o un gran gestor, pero es malo hasta decir basta. No puedes ir a un debate a leer. ¿Cómo confías el futuro del país a alguien que no sabe decirte qué hacer sin su guión? A estas alturas, tras 8 años de oposición y cuatro de crisis, Rajoy debería decir de carrerilla, como si fuesen las preposiciones, su discurso para salir del agujero. Confío en que sepa rodearse de gente más preparada que Zapatero, aunque será difícil no hacerlo: en nuestras memorias quedará siempre la sonrisa de Pepe Blanco o los discursos de Pajín.
Para ir acabando, es una lástima que Rubalcaba no se presente en otras condiciones. Es el mejor candidato socialista que he conocido - González me cogió muy joven - y un político extraordinario. Su posición no será nada fácil. La gente de izquierdas ha dado la espalda al PSOE y los indecisos no creo que se decanten por Alfredo. Los 5 millones de parados tienen, mirando sus cuentas corrientes, el voto decidido y las zonas tradicionalmente socialistas como Catalunya y Andalucía están hartas del giro al centro del partido de Rubalcaba. Giro que también cabe decir que viene dado por los mercados, los mismos que hoy han hecho dimitir a Berlusconi. Democracia.
En fin, gran post y esperemos que el 20-N haya un parlamento más colorido de lo habitual, aunque mucho me temo que será mayoritariamente azul.
PD: Justificar el texto no vendría nada mal ;)
¡¡Se nota, se siente, Carlos presidente!! La verdad es que tal y como están las cosas, el no votar no sé si es una ventaja o una desventaja.
ResponderEliminarCiego es aquel que no quiere ver y aquel que no defienda que Rubalcaba es de lo mejor, individualmente, que hay en la parrilla.
Sí, yo también espero que Rajoy sea algo inteligente y sus manitas derechas (je) sean tipos como Gallardón (eso sí, fuera de administración de dinero público)o Basagoiti (aunque esté ocupado en Euskadi)y no los trolles como Mayor Oreja o Esperanza Aguirre, el lado más diestro del partido.
González y Rubalcaba son tremendamente carismáticos y ¿convincentes? Pero los dos tienen una oratoria y una labia espectacular. Alfredo sería un presidente excelente, pero le ha tocado la mala época y su amor (?) por el partido le ha hecho sacrificarse, cargándose a la espalda unas elecciones que serán la debacle del Partido Socialista. Recuerda a la situación de Almunia en el 2.000. Les toca regenerarse y él ha sido el cabeza de turco. Una lástima que acabe su carrera así.
La mayoría del PP... un lastre para España. Podría aceptar que ganasen en minoría pero es que en mayoría se antoja una hecatombe democrática. Ya he dicho que el Congreso se me hace pequeño, aunque no es el momento de permitirnos más sueldos políticos. Yo eliminaría el Senado y aumentaría el número de diputados. España, junto a Suecia, es el país con menos en toda la UE.
A ver qué pasa el 20-N. No sé qué es mejor o peor, pero colorido suena bien.
Gracias por el comentario, Xals!