No descubro nada nuevo si digo que la locuacidad y la labia de Alfredo Pérez Rubalcaba es una de las armas más importantes y potentes con las que cuenta el candidato socialista a la presidencia del Gobierno. En la entrevista que le realiza el director de EL PAÍS, Javier Moreno, no quiso desaprovechar la ocasión para intentar engatusar a esos votantes indefensos e indecisos que todavía no saben qué hacer a falta de casi dos meses de las elecciones. Rubalcaba ya reconoció una vez que las entrevistas escritas no son muy de su agrado, ya que uno de sus "trucos" habituales, fundamental en sus discursos, es el lenguaje de los gestos. Una táctica inservible en una entrevista escrita. A pesar de esto, Alfredo accedió a la entrevista y se llevó a cabo un brillante intercambio de preguntas y respuestas. La recepción de Rubalcaba a Barber no tuvo tintes emocionales, el candidato no aprovechó este encuentro para interiorizar y utilizar el recurso de los sentimentalismos. Algo que los lectores siempre agradecemos.
La entrevista empezó con un acto de periodista pillo por parte de Javier Moreno, que dejó la grabadora encendida y pudo recoger la reflexión final de Alfredo. Una reflexión en la que se podría destacar su preocupación, más que por la sanidad, por la financiación de la sanidad. Comenta que hay un problema presupuestario en este tema y que sólo la tecnología que se emplea en los hospitales es de por sí carísima. En esta parte también llega a la conclusión de que la campaña electoral se desgranará y al final todo se resumirá en un "cuerpo a cuerpo" entre Rajoy y él. El cántabro no desaprovecha la ocasión para darle un palo gratuito a Mariano: "Hemos pasado por los mismos sitios, y es verdad que yo he hecho muchas cosas y él casi ninguna. He podido cometer errores, pero donde he estado, he hecho, y él, donde ha estado, ha pasado".
Tras leer la entrevista, destaco, desde mi punto de vista, algunas cosas:
1. A Rubalcaba le costó aceptar la reforma de la Constitución. Horas de charla con Zapatero valieron para que el de León le convenciese, pero "él no lo hubiese hecho así". Su objetivo ahora es, cómo su slogan de campaña dice, explicar.
2. Volvió a dar un revés a Rajoy, criticando su poca actividad en los últimos años: "Rajoy tiene una trayectoria de cuatro años, incluso 8, con un rótulo que dice 'me conviene o no me conviene". El socialista piensa que "si Mariano Rajoy dejase de lado sus reticencias como lo he hecho yo algunas veces, igual las cosas hubieran sido distintas en España". Razón no le falta.
3. Defiende a los mercados porque "son los que prestan el dinero".
4. Niega que España, en agosto, estuviese a punto del desastre, a pesar de que la prima de riesgo se situase en 400. Máximo histórico.
5. Reprueba la burbuja inmobiliaria y admite que: "Habría que haberla pinchado. Es verdad que ahora es fácil de decir y yo no sabría decirle exactamente cómo. Ciertamente, fue un error".
6. Habló del 15-M, con los que dice estar en unas cosas de acuerdo y en otras no. Rubalcaba piensa que algunas reformas constitucionales (ya hizo una vez un guiño en uno de sus discursos a la reforma de la ley electoral: "El sistema alemán me gusta mucho", dijo) son muy lógicas. Le preocupa el malestar profundo de la sociedad, que "tiene que ver con el desempleo juvenil".
7. Afirma que el Estado de bienestar tiene tres problemas: el déficit, el fraude y el Tea Party. Javier Moreno se interesa y le pregunta: "¿Hay un Tea Party en España?" Respuesta: "Sí, no hay más que oír a algunos dirigentes del PP situados a la derecha del partido". A Jaime Mayor le pica la Oreja después de leer esto.
8. También hubo tiempo para aprovechar y hacer "campaña" con el terrorismo. No dijo nada nuevo. Bajo su mando en interior se ha terminado prácticamente con ETA y es algo de lo que está orgulloso.
9. Le preocupa más el nacionalismo catalán que el nacionalismo vasco. Da a entender que algunos catalanes son nacionalistas por la catalanofobia excitada por el PP. Nada de acuerdo. Los nacionalistas ya eran nacionalistas antes de la catalanofobia, pero después de que el PP la avivase, lo único que pasó es que se acentuó.
10. Finaliza la entrevista hablando de energía. Alfredo propone en su programa el cierre de todas las centrales. Pero aquí hay dos puntos de vista. Teniendo en cuenta que España es uno de los países que más gasta en energía, el ahorro (no muy cuantioso, pero ahorro al fin y al cabo) que supone tener varias centrales abiertas se agradece. Pero lo medioambiental es lo que tira y no se puede jugar con estos temas teniendo siempre a un osito verde de Greenpeace acechándote.
Entrevista, desde mi parecer, exquisita, con contenido y planteada muy de cara a unas elecciones que están a la vuelta de la esquina.
Mañana concederá Mariano Rajoy una entrevista a Ana Rosa, la primera desde hace muchísimo tiempo. No la veré, por lo infumable de su horario, pero esperemos que el gallego tenga respuestas a los varios ataques de Rubalcaba en la entrevista de El País. Esta vez, parece que Rajoy le ha dado al botón de "me conviene" cuando recibió la llamada de AR.
Me encanta la pre-campaña y la campaña. Es la batalla por el poder. Una batalla en la que Pérez Rubalcaba tiene muy poco que perder y mucho que ganar. No así Mariano. Palomitas.